martes, 28 de octubre de 2014

Sola


Elena se despertó de un profundo sueño. Intentó abrir los ojos, pero no pudo;  los sentía pegados. Su cuerpo tampoco parecía responderle. Era como haber despertado en mitad de la fase REM, cuando no debería haberlo hecho, y recobrar la consciencia le estaba costando todo su esfuerzo.

Después de varios minutos, consiguió abrir y cerrar las manos, movió los dedos de los pies. Siguió desentumeciéndose hasta que logró incorporarse y abrir los ojos. Agradeció la oscuridad de la sala, la luz habría dañado sus ojos cansados. Se levantó de lo que le pareció una camilla y se desconectó varios cables que tenía conectados a la cabeza con prisa y sin cuidado.

‘¿Dónde estoy?’ Elena no había visto jamás aquella sala. No sabía por qué se había dormido, no tenía memoria de antes de despertar. Sabía que tenía algo importante que hacer, pero era capaz de recordarlo.

La sala parecía un antiguo laboratorio. No tenía recuerdos de haber estado en uno antes, pero simplemente, había cosas que sabía. Había pantallas de ordenador apagadas, frascos vacíos y lo que parecían ser instrumentos quirúrgicos oxidados y romos. La única fuente de luz procedía de unos cables arrancados en el suelo que chisporroteaban. Elena se levantó, esquivando las chispas, y se dirigió hacia la puerta, la única salida visible, puesto que la habitación no tenía ventanas. Salió al corredor donde reinaba la oscuridad más absoluta, pero por suerte sus ojos se iban acostumbrando poco a poco y podía ver por dónde caminaba.

Tras andar por el largo pasillo, alcanzó unas escaleras que parecían subir. Con cuidado, e intentando no hacer ruido, Elena subió. No sabía quién podría estar allí fuera, pero una idea cada vez más alarmante comenzó a tomar forma en su cabeza, cada vez más clara: era una posibilidad que ella fuese parte de un experimento. Quizás había salido mal, y la habían abandonado a su suerte en aquella sala antiséptica.

El edificio se caía a pedazos, pero aun veía una serie de taquillas rotas o caídas y varias aulas abandonadas. ‘¿Estoy en un colegio?’ Ella no recordaba que hubiesen laboratorios en los colegios, no como aquel. Cogió una piedra bastante grande, como precaución, no sabía si la estaban esperando fuera y no tenía nada para defenderse.

Elena llegó a dos puertas grandes de metal, descascarilladas y antiguas, pero aún en pie. Abrió la puerta con cuidado y chirriaron escandalosamente. Se dio prisa en salir y la luz del atardecer por poco la ciega; cerró los ojos e intentó acostumbrarse poco a poco a la luz del crepúsculo. Cuando por fin lo consiguió, vio que estaba ante un patio gigantesco, que ocupada dos veces el colegio. La visión del  suelo de hormigón, los columpios y toboganes sucios, oxidados y llenos de putrefacción, le provocaron arcadas. El hedor a descomposición inundaba el aire. ‘¿Dónde están los niños? ¿Y los profesores, y las demás personas?’ Elena obtuvo imágenes fugaces de niños jugando y riendo en un patio de colegio, muy parecido a aquel, donde todos eran felices y se oían los gritos y el rumor de los chicos divirtiéndose.

Allí no se oía nada. Elena se asustaba del sonido de sus propios pasos, que sonaban demasiado alto en contraste con el patio sepulcral. No había pájaros, no soplaba el viento. Era como estar en un patio de colegio sintético y antinatural.

Dejó de avanzar. No sabía a dónde ir, pero aquello estaba mal; a medida que oscurecía, el sitio parecía cada vez más siniestro y aterrador. Decidió volver al colegio, a la seguridad de un edificio cerrado, investigar el lugar e intentar que su memoria volviese. Quizá en el laboratorio había algo que no había visto, algún documento u objeto que la ayudase a recordar qué hacía allí, sola.

Cuando se dio la vuelta y encaró el edificio, la piedra se deslizó lentamente de su mano e hizo un ruido sordo contra el suelo de hormigón.


No estaba sola.




Retos: Escribir la escena en un patio del colegio y añadir la frase: ''¿Dónde están los niños?''

4 comentarios:

  1. Me encanta, sigue así!

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  2. Hola Nyneria. Soy Luis A.R. Selgas de literautas. Me alagas mucho diciéndome que el relato del taller anterior fue el que más te gustó y ante un piropo tan personal he decidido pasarme por tu blog. Uno para devolverte los ánimos que me has impreso, dos para leerme tus texto y comentarlos uno por uno.

    He comenzado por este, que es del último taller, y en mi sincera opinión, creo que es bueno. Me gusta tu estilo narrativo. Es simple, vas guiando al personaje y nos muestras junto a él lo que va viviendo.

    A nivel de historia, conscientemente muestras una escena de algo que podría ser más. Seguro que tú sabes que es lo que se esconde y persigue a la protagonista y seguro que tú sabes quién o qué le ha hecho eso. Como es un ejercicio corto, obviamente poco queda para desarrollarlo. Pero en realidad no importa pues tienes la semilla de una historia mayor.

    Deberías proseguir con ello, es más, te reto a hacerlo. ¿Qué necesitas tres páginas más? hazlo. Quizás necesites 10 o 20. No importa. Sigue hasta el final. Aunque no se te ocurra la gran idea que le dé el giro sorprendente a tu historia. Escribe simplemente hasta donde los pies de Elena te lleven. Estaré encantado de leer esa historia.

    Si te apetece que lea ese relato completo o cualquier otro lo haré con gusto. Ponte en contacto conmigo desde mi blog y te daré mi opinión. También te puedes pasar si quieres leer más historias mías. Tengo unas cuantas que quizás te gusten. Mientras tanto seguiré dando vueltas por aquí a ver que otra joyita encuentro.

    Te espero http://universosenblanco.wordpress.com/

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    1. Muchísimas gracias, por pasarte, leerme y comentarme, me ha hecho muchísima ilusión, aunque lo he leído bastante tarde por que llevo unas semanas alejada del ordenador y sin tiempo.

      Tengo ideas para este relato un poco inconclusas, pero todo es ponerse; igual hago una especie de continuación y sigo tu consejo, simplemente escribir hasta donde Elena me lleve.

      He leído algo de tu blog, pero estoy deseando leer más cosas porque me encanta cómo escribes. Me haría especial ilusión que leyeras el primer relato que subí, ''Promesa Cumplida'', que es mi favorito hasta el momento. Intentaré escribir más y mantener el blog actualizado.

      Gracias por todo y nos leemos ^^

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