miércoles, 28 de mayo de 2014

Promesa Cumplida


La niña de ojos dorados sonreía, asomada a la ventana de una pequeña casa de las afueras de Londres, desde donde observaba el gran descampado repleto de carpas. Era la primera vez que se sentía feliz en años, desde que su padre les abandonó para unirse al gran circo ambulante de Balham que ahora veía a lo lejos, y también para no separarse de la preciosa funambulista principal.

Habían pasado ya varios años desde su marcha, pero la niña no tenía ningún motivo para sonreír. Había tenido que madurar y cuidar de su hermano pequeño, mientras su madre se dedicaba a la bebida y a esconderse bajo las faldas de otros hombres, intentando olvidar el despecho y la pérdida.

Pero esa noche era diferente a todas las demás. Su madre aún no había vuelto a casa, y no sabía si lo haría, así que todo estaba sumido en un profundo silencio, roto a veces por los suspiros de su hermano al dormir. Esa noche, era su cumpleaños, y por primera vez, lo pasaba en casa y no mendigando en las oscuras calles.
Recordó la promesa que le había hecho su padre antes de marcharse, que regresaría cuando cumpliese dieciséis y se los llevaría, lejos de las sucias calles de Londres, y lejos de la mujer que les maltrataba.

La chica continuó observando el gran circo desde su ventana, lleno de luces, de colores y de vida. Su padre vendría y les salvaría de una vida miserable. Le había perdonado por abandonarles a su suerte hacía mucho tiempo, y su única esperanza era marcharse con él.

De repente, su hermano comenzó a gemir, dentro de las pesadillas que le atormentaban cada noche. La chica se acercó y le besó en la frente, intentando tranquilizarle.

-       - Estoy aquí, Will, soy yo, Ava – le susurró mientras le daba la mano sudorosa e intentaba despertarle. – No voy a dejar que te ocurra nada.

Will se relajó y volvió a sumirse en un sueño profundo. La chica suspiró, intranquila, y se dirigió hacia la puerta. Había tomado una decisión. No iba a dejar que su hermano siguiera sufriendo las mismas pesadillas cada noche, en las que su madre llegaba borracha y le pegaba porque se parecía demasiado a su padre. Muchas noches, las pesadillas se volvían realidad.

La joven se puso una capucha y salió de casa, asustada por la oscuridad y los ruidos extraños de las calles vacías de la ciudad. Comenzó a andar con paso ligero, pero un miedo visceral se implantó en ella y terminó corriendo hasta llegar al gran descampado donde encontraría su salvación.
Se chocó contra un hombre a medio camino y ambos cayeron al suelo.

-       Eres una torpe y una inútil – dijo el hombre, que la levantó y le quitó la capucha. Con la luz de la luna, ella veía embelesada sus ojos, de color oro líquido, brillar por la rabia. – Apártate de mi camino si no quieres ser la próxima víctima de esta apestosa ciudad.

Ava cayó de rodillas al suelo cuando el hombre desapareció. A pesar de todos los años pasados, nunca podría olvidar esos ojos, tan parecidos a los suyos. Era él, y no la había reconocido.

Unas gruesas lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, pero se disiparon cuando se dio cuenta de que había algo en el suelo. Su padre había perdido la cartera al caerse. Ava la abrió y descubrió un fajo de billetes y un billete de tren a Brighton para la mañana siguiente. Su padre no la recordaba ni a ella, ni su promesa, y se marcharía en unas pocas horas. No volvería a verle.

Ava deshizo el camino a casa lo más rápido que pudo y despertó a Will. Su madre no había vuelto aun, y Ava lo consideró una señal del destino. Hicieron la maleta con sus escasas pertenencias y se dirigieron sin demora a la estación de trenes, comprando dos billetes sin vuelta a la ciudad más alejada del mapa con el dinero recién encontrado.

Justo antes de marcharse, Ava no pudo contener un último pensamiento: ‘Al final, padre, conseguiste cumplir tu promesa’.



Retos: Incluir las palabras ''Circo'' y ''Beso''

Introducción

¡Hola! Hace mucho tiempo que quería tener un blog para escribir textos, historias, relatos o cualquier cosa que se me ocurriese y este es el resultado.
Gracias a Literautas (link aquí), una página web de escritura con varios talleres, he retomado una aficción que tenía abandonada por falta de tiempo y que siempre me ha encantado.

Allí subí este mes mi primer relato en el taller de escritura de mayo y he recibido tantos comentarios positivos que me he decidido a ir subiéndolos al blog además de otras cosas que vaya escribiendo o colaboraciones que haga.

Subiré los relatos tal y como los subí a la página, por supuesto tendrán fallos pero prefiero no corregirlos para ir mejorando poco a poco.

Espero que os guste y sigáis leyendo ;)


Nymeria